La tecnología ha revolucionado diversos sectores de la sociedad, y el ámbito educativo no ha sido una excepción. En este contexto, Uruguay se ha destacado como un referente en la integración de la tecnología en su sistema educativo.
Reconocemos que nuestras generaciones de niños no conocerán un entorno sin la presencia de dispositivos tecnológicos.
El uso adecuado de la tecnología puede mejorar ciertas formas de aprendizaje en determinados contextos. Sin embargo, es crucial evitar el exceso de tecnología o su uso dentro de la clase. La distribución de dispositivos electrónicos a los estudiantes no mejora el aprendizaje si no hay una experiencia pedagógica mediada por docentes.
Se debe enseñar a los estudiantes a utilizar la tecnología de manera equilibrada y consciente, aprovechando sus ventajas sin que reemplace las interacciones humanas en el proceso educativo y social. El uso que los niños hacen de la tecnología en el hogar es un desafío ya de por sí complejo de abordar. Desafío que requiere de mucha conversación, reglas claras y acompañamiento de su uso para evitar los riesgos que conllevan los dispositivos en su desarrollo y en el ámbito familiar.
En el Piaget reconocemos el uso que hoy existe de la tecnología por parte de los niños fuera del Colegio. Por lo tanto, el uso de dispositivos dentro de la clase se realiza de forma que acompañe, complemente y regule el acceso para el proceso de aprendizaje.